El gol de penal – dusoso eso sí – que anotó Lionel Messi para la Argentina y que significó la apertura de la cuenta ante Francia en la gran final de Qatar 2022, representa algo más que ir ganando el duelo decisivo del certamen.
Argentina viene de perder dos finales consecutivas en mundiales, ambas frente a Alemania en Italia 1990 y Brasil 2014 cayendo en las dos por la cuenta mínima, es decir algo rompió el capitán en Lusail.
Atrás quedó la marca de 238 minutos sin convertir goles en finales mundiales. La última conquista había sido de Jorge Burruchaga cuando vencieron a los teutones en México en el minuto 84 cuando conquistaron tres a dos definitivo y la consagración del equipo que lideraba Diego Armando Maradona.
A eso añadir, que Lionel Messi por primera vez anota en una final del mundo y con esta conquista suma seis siendo el máximo anotador del mundial, cuatro de penal y el 12° en estos certámenes.
Con esa marca, el capitán de la Scaloneta dio caza del mismísimo Pele ubicándose ambos en el quinto puesto de un listado que lidera el alemán Miroslav Klose, con 16.