Diego Buonanotte llegó al fútbol chileno a mediados de 2016 tras una buena temporada en Grecia. El Enano batalló más de la cuenta para firmar en la Universidad Católica, donde se transformó en un ídolo y en uno de los extranjeros más exitosos que pasaron por la franja.
El técnico Mario Salas se jugó la vida por Buonanotte e insistió en tenerlo. Finalmente, la gestión de Cruzados y también el esfuerzo del Enano fueron claves para en su arribo desde Europa para vestir la camiseta de la franja y conformar una dupla letal con Nicolás Castillo.
“A mí Mario Salas acá para mí fue el que me abrió las puertas acá en Chile y el que sacó lo mejor de mí”, expresó Buonanotte en ESPN Chile con añoranza por el esfuerzo y la buena onda que tiene con el Comandante.
El mediocampista de La Calera, además, también tuvo loas para otro DT que le dio herramientas para romperla en Chile. “Después tuve grandes entrenadores, Gustavo Quinteros es un fenómeno, todos los que estuve en Universidad Católica a lo largo de estos años me han marcado”, agregó.
Sin duda, Buonanotte está en el recuerdo absoluto de los hinchas de la Católica y también de Salas, quien también lo apoyó en un momento difícil como fue el que vivió con su fallecido padre.
“Acá en Chile me marcó Mario Salas. Habló con seguido con Mario y lo felicité por llegar a Magallanes. Espero que le vaya bien. Hablo bien de Mario Salas porque fue quien me trajo e hizo conocer a la gente de la UC y conocer a un club extraordinario”, remató el exjugador de River y crack de por vida en Católica.