Vanina Correa alcanzó a manotear ese remate de Carolina Caicedo, pero tenía destino de red. El lamento, las lágrimas de jugadoras y sí, también de nosotros quienes estábamos transmitiendo el partido. La pena le gana a todos los sentimientos.
Tristeza mezclada con la impotencia, porque la U le jugó de igual a igual al “cuco” de esta Copa Libertadores Femenina, más bien nunca fue menos, en general. El golazo de Paloma López fue una verdadera obra de arte, la viñamarina se atrevió y nos dejó a todos demasiado impresionados, que si bien sabemos de su talento, lo del domingo en la Casa Blanca, simplemente fue genial.
En el complemento el equipo pudo colocarse dos a cero arriba, pero no se pudo. Rebeca Fernández Valiente es reemplazada por Sonya Keefe, además que Carlos Véliz mandó a la cancha a Bárbara Sánchez para tener una salida más clara. No veíamos en acción a Vanina Correa y llega ese tiro libre de una pálida Catalina Usme (que evitó a Carla Guerrero en muchos pasajes del cotejo) al área y que lastimósamente, Karen Fuentes conectó contra el propio pórtico.
Lejos de venirse abajo, el equipo siguió y en los últimos diez pudo haberlo cerrado, con dos intentos de Daniel Zamora. Primero intentando un globito que la portera manotea, pero en la retina queda ese mano a mano que la atacante punteó ante el achique de la golera Giraldo y el balón se va levemente desviado y no quiso entrar. Como que toda la historia de sufrimiento de la U agregó este nuevo capítulo de ese disparo de la 15 azul.
Y llegaron los penales donde Ana Gutiérrez y Sonya Keefe convirtieron, pero la Chama y Fernanda Pinilla erraron. De todas maneras, no comparto en lo absoluto con aquellos que criticaron a ambas, de manera injusta, sobre todo a nuestra capitana. Esas palabras son más dolorosas que el hecho mismo que las provocaron, siento yo de manera muy exagerada. A ver si muchos tendrían las agallas para ponerse frente al balón en una instancia como esa.
Me voy con pena desde Quito. Siento que pudimos más, que merecimos más. El fútbol está plagado de injusticias como las que nos tocó vivir el último domingo en el Rodrigo Paz Delgado. Esta Copa no puede ser esquiva para Las Leonas y debe ser más adelante, que todo estos momentos vividos solo sean aprendizaje para lo que vendrá a futuro. Yo creo en ustedes.
Y como dijo el Profe Carlos Véliz, a dar vuelta la página rápidamente porque hay un lindo desafío por delante, el bicampeonato. Estoy seguro que jugando así se obtendrá para clasificar a una nueva Copa Libertadores Femenina que el próximo año será en Colombia y allá estaremos con nuestras Leonas.