Universidad de Chile goleó seis a dos a Libertad Limpeño y con ese resultado se clasificó a los cuartos de final de la Copa libertadores Femenina a falta de un partido para el cierre de la fase de grupos.
El último compromiso será ante Palmeiras que viene de golear siete a cero a Dragonas de Independiente del Valle. Ambos equipos están clasificados con seis puntos, entonces lo que está en disputa es el primer lugar del grupo C.
Pero al técnico de la U, Carlos Véliz,se le abre una interrogante: Si ir con equipo estelar o dar descanso a aquellas jugadoras que vengan golpeadas o en estricto rigor cuidar a Ana Gutiérrez, Yessenia López y Fernanda Pinilla, ya que las tres tienen amarilla y una eventual próxima amonestación quedarían suspendidas para el partido de la ronda de las ocho mejores.
Tras el triunfazo ante las guaraníes, el entrenador azul sostuvo que “Hay que ser muy consciente. No es llegar y regalarse. Vengo con tarjeta amarilla a Pinilla, a Yessenia López, a Anita Gutiérrez, no sé si quiero perderlas para el siguiente partido. Tenemos que ser muy inteligentes. Con el cuerpo técnico nos vamos a juntar en el hotel y nos ponemos de lleno a pensar en el siguiente partido. Las jugadoras que van a reemplazar, en este caso si es que lo hacemos, lo van a hacer muy bien“.
La lección de Argentina
Algo similar ocurrió en marzo de 2021 en la Copa Libertadores de Argentina. Al último partido, Las Leonas llegaron clasificadas con seis puntos y su rival, Ferroviaria de Brasil con uno. El entrenador se guardó en la ocasión aCarla Guerrero, Fernanda Pinilla, Yessenia López y Daniela Zamora entre dolencias y estar en capilla. Las brasileñas golearon a la U por cuatro a uno.
A su vez, Libertad Limpeño no salió del empate sin goles frente a Peñarol y ese último cuarto gol a las azules de parte de Ferroviaria en el epílogo del compromiso, le dio el boleto al cuadro paulista. Finalmente terminaron quedándose con el título y eliminando a la propia U por penales en semifinales.
Siempre en el aire quedó como esa sensación que las universitarias le dieron vida al equipo brasileño y que de no haber sido así – quizás – otra hubiese sido la historia.