Universidad de Chile consiguió un resultado histórico de 10-0 sobre Chimbarongo FC. Un marcador expresivo y que refleja la diferencia de categorías entre ambos elencos en el fútbol chileno. Más allá del resultado, durante 90 minutos, el fútbol es totalmente democrativo y sólo son 22 futbolistas que están por luchando por un sueño. Tras la goleada azul, el técnico Mauricio Pellegrino tuvo un gesto destacado con sus rivales.
El argentino, en la previa del partido, admitió que la Copa Chile “siempre es una competición muy bonita, que se mezclen equipos de distinta categoría se da pocas veces y es una competición que me gusta mucho, porque participa todo el fútbol de un país”.
Eso se reflejó en su bondad tras el partido. Pellegrino, apenas terminó el partido, se acercó a la banca de Chimbarongo y felicitó a cada uno de los integrantes del cuerpo técnico liderados por Rodrigo Quezada. El estratega recorrió de punta a punta el banquillo visitante para felicitar y abrazar a cada uno de sus rivales.
Eso no es todo. Pellegrino entró a la cancha, con la indumentaria oficial de la U, y esperó a cada uno de los futbolistas rivales. Uno por uno, el Pelle los saludó, los abrazó y les dio una palmada en la espalda en signo de respeto total por lo realizado por el cuadro de la Tercera División A.
Luego fue el turno de varios futbolistas de la Universidad de Chile. Primero, el capitán Luis Casanova repitió el gesto con un gran número de colegas de Chimbarongo, mientras que otro gesto que quedó para el recuerdo es el que tuvo Cristóbal Campos Véliz con el portero Tomás López.
Campitos Compadre fue hasta la portería rival, abrazó a su compañero de profesión, se dijeron varias palabras, lo consoló y le dio un tremendo espaldarazo. Luego fue el turno de Cristopher Toselli, quien también abrazó a López y a varios jugadores más.
Más allá de los resultados, en la U le bajaron la caña a la abultada victoria y, finalmente, que todos son iguales dentro del campo. El espíritu del deporte primó totalmente en el campo de juego.