El paso de Montoya por Cruz Azul no será recordado por nadie. O, más bien, intentarán borrar su recuerdo lo más rápido posible, porque el argentino nunca se pudo adaptar al fútbol mexicano.

Llegó como una de las mejores incorporaciones de aquel mercado de pases. Con un gran paso por Rosario Central, el mejor de su carrera, fue el Sevilla el que decidió invertir poco más de 5 millones de dólares por su ficha. 

Las constantes lesiones y su bajo rendimiento hicieron buscarle una salida del viejo continente y allí apareció Cruz Azul para adquirir el porcentaje total de su carta, aunque los rendimientos en tierras aztecas tampoco fueron destacados.

Y parece que él tampoco tiene el mejor recuerdo y le puso nombre y apellido a las personas que no le cumplieron lo prometido: "Yo tuve dos problemas en Cruz Azul; uno fue Pedro Caixinha y el otro Ricardo Peláez. La verdad es que la gente que trabaja en el club, la hinchada, el presidente y los chicos del plantel son unos fenómenos, pero ellos se portaron mal conmigo y lo que más me dolió fue que no tuvieron los huevos suficientes para hablarme a la cara", se expresó Montoya sin morderse la lengua.

A Walter le está yendo bien en la actualidad en la Superliga Argentina, aunque su pase sigue perteneciendo a Cruz Azul. Habrá que esperar si las declaraciones le terminan jugando a favor o en contra, para una eventual vuelta por la Liga MX.