Luego de una breve incursión por el fútbol de Emiratos Árabes Unidos, David Trezeguet, uno de los artilleros más icónicos y destacados de los últimos tiempos, decidió retornar a Argentina a principios del 2012 para cumplir uno de los sueños y objetivos que se impuso cuando comenzó con su carrera como futbolista profesional: jugar en nada más ni nada menos que en River, el club de sus amores. 

Sorprendiendo a más de uno con su decisión, el goleador, que en 1998 supo ser campeón del mundo con la Selección de Francia, armó las valijas y volvió al país que lo acogió durante su adolescencia para defender los colores del Millonario, institución que para aquel entonces pasaba el momento más delicado y nefasto de su historia. El Rey, dejando de lado la posibilidad de jugar en Europa o ganar más dinero, decidió ayudar a La Banda a retornar a la primera división del fútbol argentino.

Con la historia ya marcada en los libros del deporte rey en dicho país, David, ya como ex futbolista, habló con ESPN sobre lo que lo que le significó a él su paso por la institución de Núñez. "Más va pasando el tiempo, y viendo la actualidad de River, menos mal que me tocó vivir esa época a mí. Si fuera la actualidad, no me hubiesen llamado. Hoy en día todos quieren venir y aportarle lo suyo a River", admitió analizando el gran presente del Millo.

El Rey David, además, se sometió a la obligación de tener que resumir su carrera como jugador profesional en apenas tres momentos. Luego de poner en el podio la obtención de la Copa del Mundo, la cual catalogó como "el título más preciado para cualquier sueño de alguien que juegue al fútbol" y el hecho de convertirse en el máximo goleador extranjero de la Juventus, el atacante completó el mismo con un hecho particular que vivió defendiendo la camiseta de Newell's.

Recordando el día que fue ovacionado por el Estadio Momunental cuando jugaba para La Lepra, el francpes recordó: "A nivel emotivo y al final de mi carrera, es la ovación del todo el Monumental hacia mí en el último partido que me tocó jugar con la camiseta de Newell’s, que fue en cierto sentido mi despido hacia el público. Fue algo increíble, entré en el segundo tiempo con la camiseta de Newell’s y ese partido fue algo especial porque era el reencuentro con la gente de River. Fue una demostración única y fantástica". "Hoy, cuando voy a Argentina, voy como un hincha más", completó Trezeguet afirmando que al día de la fecha su cariño por River sigue más que vivo.