Nadie se va a sorprender leyendo que Marcelo Gallardo es un tipo con carácter fuerte. Todo lo que el Muñeco ganó y logró al mando de River tiene un gran trabajo por detrás que requiere mucho esfuerzo, compromiso y también un nivel alto de exigencia por parte del entrenador. Son varios ya los jugadores que abandonaron el club de Núñez y una vez ubicados en su nuevos equipo, declararon que nada se compara con ser dirigidos por el DT más ganador de la historia del conjunto de Núñez, quien todavía sigue en ese cargo y si por los hinchas fuese, allí se quedaría por años y años.

En esta ocasión, quien se animó a hablar un poco de la intimidad de los entrenamientos que tenía cuando jugaba con la banda roja cruzándole fue Alexander Barboza. En un vivo de Instagram junto al periodista Gastón Edul, repasó brevemente su etapa como jugador de River, club donde hizo las inferiores, jugó y es dueño de su pase. A mediados de 2017 se fue a préstamos para Defensa y Justicia, la rompió toda y volvió al Millonario con mucha ilusión de afianzarse dentro del XI titular, una idea que también emocionaba mucho a los fanáticos.

Pero el central nunca pudo desplegar su mejor nivel, disputó apenas seis encuentros y dejó de ser tenido en cuenta por el técnico. Acto seguido, se firmó un nuevo préstamos ahora a Independiente, para que pueda continuar su carrera y ganar rodaje allí. “Tiene una personalidad que permite igualarte con todos. Los más experimentados y más pibes, para él todos los jugadores son iguales. No importa qué ganaron o cuánto ganaron”, dejó en claro el defensor sobre cómo se sentía en el día a día bajo la lupa de Gallardo, la cual parece no hacer diferencias con nadie.

Además, se mandó una suposición espectacular, metiendo en el medio al mejor jugador del mundo: "Si viene Messi y se equivoca, lo va a matar a gritos", señaló. Ya metido en lo que es su presente como jugador del Rojo, pasando por un momento no tan bueno a nivel personal, expresó: "Todo proceso nuevo lleva una adaptación. Los que están cerca de mí saben que me desvivo por ser titular, mostrar lo que valgo y que el club a futuro pueda recuperar el dinero que invirtió, pero muchas veces simplemente no se da. Siento que acá me va a ir bien. No sé si será en dos meses, seis o el año próximo pero voy a remontar". 

El fútbol argentino está pausado hace rato por culpa del coronavirus. Luego de que Boca se consagre campeón de la Superliga Argentina, comenzó a rodar el balón en la Copa de la Superliga, un torneo que ya se había disputado años anteriores, pero con otros formato. La primera fecha llegó a disputarse sin público, y a los pocos días reinó la lógica parando todo hasta nuevo aviso. Muchos son los rumores de qué pasará cuando se pueda volver a jugar, pero por ahora no hay ninguna certeza y los equipos están, en su casa como todos, a la espera de información.