Perder la final de la Copa Libertadores 2018 ante River, sin duda alguna, fue uno de los golpes más duros en la historia de Boca, por no decir el peor de todos. Y como siempre que se recibe una trompada de ese tipo, es necesario barajar y dar de nuevo para volver a levantarse de la mejor manera, para seguir adelante. Por ese motivo, desde el club se decidió hacer una gran renovación del plantel, dejando ir a varios jugadores que quizás querían quedarse para tener revancha en la institución, mientras nombres nuevos llegaban para dar aire fresco y esperanza a los hinchas.

Uno de los que tuvo que partir contra su voluntad fue Leonardo Jara, quien emigró a la Major League Soccer para transitar un breve préstamo en el DC United. "El fútbol en Estados Unidos es muy dinámico de mitad de cancha para adelante, se nota en cada mercado de pases cuando buscan delanteros de mucha experiencia. Rooney es un excelente compañero y un crack", confesó en diálogo con El Show de Boca por Radio Rivadavia, recordando la sensación de compartir equipo con una figura del deporte mundial como lo es el goleador de Inglaterra. 

De igual manera, no fue nada fácil para él dejar de usar la camiseta azul y oro, ya que considera haber tenido una buena temporada en 2018: "Todos los días me preguntaba por qué me tuve que ir de Boca, habiendo jugado una final de Copa Libertadores. Respeté la decisión, me busqué un club y decidí irme al exterior", soltó con un claro tono de dolor por haber perdido la oportunidad de seguir intentando ganarse un lugar en el primer equipo del Xeneize. Sobre aquél partido en Madrid, prefiere no pensar en esa última jugada en la que estrelló un remate en el palo, ya que busca "vivir el día a día" alejado de "imaginar qué podría haber pasado" si esa pelota entraba.

Más allá de todo esto, el tiempo cura y el defensor sabe que tiene otra vez la chance de demostrar por qué llegó a uno de los clubes más grande del país y del continente. Por eso, apenas regresó tuvo una charla con el actual DT para expresarle sus prioridades y ponerse a la orden: "Hablé con Miguel Ángel Russo cuando llegué, me comunicó que me iba a tener en cuenta, le dije que mi prioridad era quedarme". El parate le servirá para entrenar desde su casa, enfocarse de lleno en los objetivos que tiene por cumplir y así volver de la mejor manera posible. 

Pasa que jugar en el conjunto de La Ribera es cumplir un sueño que tiene desde pequeño, también honrando sus raíces: "Mi papá era fanático de Boca, él me obligaba a ver los partidos en casa y de chico en Corrientes tenía el póster de la mayoría de los jugadores. El Boca que le ganó al Milán por penales en el 2003 fue el que más miré y festejé", contó. El correntino ya pudo sumar una estrella, la de la Superliga Argentina que los suyos le ganaron al eterno rival en la última fecha, y ambiciona con seguir agrandando su vitrina personal y la de la institución.