San Petesburgo, Rusia. La cuarentena allí también es total y obligatoria buscando que la curva de contagios por el coronavirus deje de crecer. El fútbol frenó, como todo el resto de las actividades, hasta nuevo aviso. "Llevamos 20 o 25 días encerrados, con frío. Hay dos o tres días de sol y después pasa una semana, dos semanas que no lo ves", cuenta Wilmar Barrios desde su hogar en diálogo con Federico Bulos para su canal de YouTube. Ya pasó más de un año desde que el colombiano dejó Argentina para vivir su primera experiencia europea. 

De igual manera, no se olvida de su paso por Boca. le quedó grabado a fuego y la pasión por los colores supo ser transmitida por parte de los hinchas hacia él. "Siempre que puedo me quedo trasnochando para verlo. Pero después me pongo a ver y mirar a las gradas, al salir los excompañeros a la cancha y toda esa energía que le mandan desde las tribunas para que cada uno pueda dar lo mejor me hace acordar a mí también esa sensación linda que sentía cuando iba del hotel a la cancha, al vestuario. Se extraña todo eso", revela quien no dejó el club de la mejor manera.

El mediocampista fue parte del equipo titular que salió al Santiago Bernabéu para enfrentarse a River en la vuelta de la final de la Copa Libertadores 2018. En el tiempo extra, se fue expulsado en una jugada que al día de hoy sigue generando polémica. "Al partido de Madrid llegué marcado por las cosas que se inventaron, y encima tuve la mala suerte de ser expulsado. Si no me hubiesen echado quizás la historia habría sido otra, porque soy consciente de que hasta ese momento el partido estaba parejo. Ninguno de los dos había tenido demasiadas situaciones claras. Para mí pudo haber sido amarilla como no. Fue una frustración tremenda porque en ningún momento tuve la intención de pisar a Exequiel Palacios. Por mala suerte me tocó", dice en su relato.

El post-derrota no fue nada sencillo, y las dudas comenzaron a invadir el cuerpo de Wilmar. "Después de la final me puse a pensar: '¿Y ahora qué será?' Todo lo que venía haciendo, pensaba yo, se ha ido a la nada. Me estaban crucificando. Esos días fueron bastante duros en lo personal, también para la familia. Pero bueno, después de un tiempo me mentalicé y me preparé con todo en la pretemporada para volver. La idea de salir en el verano estaba desde antes de la final. Me preparé igual para quedarme porque no sabía si se iba a dar o no la salida", explica.  

Mientras de a poco sana la herida, deja en claro que quiere revancha en el Xeneize: "Siento que todavía me falta un capítulo en Boca. Me quedó pendiente ese paso. Habría sido lindo para todos ganar la final. Creo que todo el proceso que venía haciendo era para salir bien de Boca, pero tuve la mala suerte de que no se dio bien en ese momento. Ojalá pueda regresar en algún momento, porque me quedó eso pendiente, y me imagino, pienso y a veces hasta sueño volver a estar ahí, volver a vivir esa sensación que viví hasta hace un año. En lo personal viví muchas cosas hermosas en Boca. No me tocó fácil. Desde el día que llegué dije que quería darle muchas cosas a Boca, que quería ganar muchas cosas, y creo que lo mejor que le pude brindar al hincha fue en cada partido entregar lo mejor de mí". Veremos si se le da pronto.