La gente de Boca reconoce y mucho cuando un jugador deja la vida como lo hizo Diego González en el duelo ante Banfield.

El futbolista se tiró al piso a evitar que un disparo del rival vaya al arco y en esa jugada, terminó lesionado y debió ser reemplazado.

Al principio, por sus gestos de dolor, parecía que lo que le pasó fue grave, pero por suerte con las horas la calma fue llegando.

"Más allá de la lesión, pudimos conseguir uno de los objetivos que nos propusimos, veníamos de un golpe muy duro, muy difícil en la semana, pero el equipo se pudo sobreponer, esto más que para el grupo, o nosotros, es de la gente. Se merecían una nueva alegría, es para ellos, compartirlo", comentó al salir de la clínica.

En diálogo con TyC, agregó: "Me voy contento que mañana si me toca jugar, y tengo que repetir la jugada, lo volvería a hacer, por el club que me abrió las puertas en un momento complicado de mi carrera. Si hay que terminar así todos los partidos, terminaremos así".

Y siguió: "No debíamos nada, teníamos que cambiar la imagen. Fue justo y merecedor ganador. Me revisaron la rodilla, me asusté. Pero por suerte fue el tobillo, me hicieron una placa, la vio el doctor. Todavía no podemos decir nada, pero sé que estoy en buenas manos, con gente que me va a recuperar bien, tengo muchas ganas de hacer una buena pretemporada".