“Aly Raisman. De la oscuridad a la luz” es el documental que encabeza Aly Raisman (25 de mayo de 1994), en donde la tricampeona olímpica estadounidense que experimentó un abuso sexual mientras brillaba ante los ojos del mundo como gimnasta y capitana de los Juegos de Londres 2012 y Río 2016. Abuso sexual del siniestro Larry Nassar, el pedófilo predador que fue condenado a pasar lo que le reste de vida en una cárcel. Nassar fue condenado a entre 40 y 175 años por abusos sexuales, luego de 150 testimonios de mujeres, incluidas campeonas olímpicas y mundiales.

Tras declarar ante el tribunal de Michigan que sentenció a Nassar, la atleta decidió transformar el horror vivido en un mensaje profundo y alentador a partir del especial que tendrá su estreno este 25 de noviembre en Lifetime. El programa especial en el que habla con sobrevivientes de abusos y que emitirá Lifetime este jueves 25, a las 23 de la Argentina (canales 400 de Cablevisión Flow, 228 de DirecTV y 426 de Telecentro), será en el marco del Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer.

Para empujar y hacer que su idea se viralice y sirva como ejemplo para empoderar a las mujeres que, valientemente, sufrieron algún abuso, Aly Raisman decidió hablar. Claro, hacerlo, libera, expulsa demonios, enfatiza virtudes y le da espesura a descripciones que, como la suya, visibilizan el horror. “Es como una herida abierta que no cierra. Todo mi ser desearía no tener que pensar en esto, no pensar en el abuso en la Selección de gimnasia estadounidense y llevar adelante otros proyectos. Pero esta herida me dispara un montón de cosas y afecta a mi propia experiencia de sanación, porque a veces siento que doy un paso para adelante y después termino dando 100 pasos para atrás”, dijo en una videoconferencia con medios latinoamericanos organizada a propósito de “De la oscuridad a la luz”. Y agregó: “Es muy difícil pasar por esto y es algo que todavía sigo tratando de entender cómo lograr. Hacer terapia y asegurarme de que me cuido a mí misma es una prioridad, porque esto me afecta mucho, más de lo que la gente cree”.

La atleta que junto con Simone Biles, McKayla Maroney y Maggie Nichols dieron su testimonio, en septiembre pasado, ante el Senado de Estados Unidos. Para ella, al igual que para sus compañeras, aún resulta difícil, y por qué no imposible, entender las cadenas de silencios que el Comité Olímpico y de la Federación de Gimnasia de Estados Unidos, y la exigua investigación del FBI. “Muchas veces la forma de sanar de una sobreviviente tiene que ver con cómo es manejado ese abuso. El Comité Olímpico estadounidense y la Federación no hicieron lo correcto y siguieron sin reconocer el problema y sin hacer todo lo que estaba a su alcance para solucionar lo que estaba pasando. Una de las cosas más importantes es que haya una investigación completa e independiente para entender quién sabía lo que estaba pasando, cómo fue que pasó este desastre y asegurarnos que nunca más vuelva a pasar. Porque yo no quiero vivir en un mundo en el que estemos adivinando. Porque queremos proteger del abuso a niños y a atletas”, contó la deportista de 27 años. “Yo tengo mucha pasión sobre lo que es la prevención en la salud mental, pero creo que testificar sobre el abuso dispara muchas cosas que la verdad que es algo que desearía no tener que hacer. Pero años y años después tenemos que seguir alzando nuestra voz al respecto. No creo que a lo largo de mi vida la problemática del abuso sea resuelto. Voy a seguir luchando por la prevención del abuso y la salud mental mientras pueda hacerlo, pero creo que tener equilibrio en mi vida es muy importante”.

Para Aly Raisman ser olímpica era lo máximo, “pero ayudar a la gente a sanar y a prevenir abusos es mucho más importante –explica– que cualquier medalla olímpica. La gente deja hacer al abusador en lugar de ayudar al sobreviviente. Es un problema enorme en nuestra sociedad. Si sacás que fui gimnasta y soy una sobreviviente, ¿quién sería? Lo estoy averiguando”.