No había aparecido antes. En los primeros minutos del Barcelona contra Manchester United, el Diez había caminado y no había generado grandes oportunidades para su equipo.

Sin embargo, Lionel Messi es así: sube de cero a cien de un metro y te rompe los planes de toda una semana de trabajo.

A los quince minutos de juego, el capitán del Barça recuperó el balón sobre la banda derecha, tiró un caño espectacular y cuando enganchó para adentro ya todos sabíamos cómo iba a terminar la jugada.

Messi sacó un zurdazo imposible al segundo palo de David De Gea, quien se estiró para cubrir pero no pudo llegar.

¡Golazo, señores!