Hace un par de semanas que Billy Joe Saunders, campeón mundial súper mediano de la OMB, tiene la sensación de que quieren desfavorecerlo, o cuanto menos incomodarlo, de cara a la pelea de unificación de cinturones ante Saúl El Canelo Álvarez, monarca de la AMB y el CMB.

Primero le achacó a Eddie Hearn, CEO de MatchRoom Boxing, el hecho de haber estado mucho más pendiente del mexicano que de él en la promoción de la pelea. Después de quejó de que no hubiera un jurado británico entre los tres que elaborarán las tarjetas por si la pelea en el AT&T Stadium de Arlington debe someterse a decisión.

Pero cuando parecía que esos problemas ya habían quedado atrás y que en la semana previa a la pelea Saunders se enfocaría nada más que en lo que deberá hacer arriba del cuadrilátero ante Canelo, surgió un nuevo motivo de conflicto. Tiene que ver, precisamente, con las medidas del ring.

“Vine aquí y tratan de arrojarme en una cabina telefónica. Quieren poner un ring de 16 a 18 pies…Para mí, eso es simplemente inaceptable. Quiero un anillo de 24 y dicen que no va a pasar y que es lo que es. Pero se lo dejé a mi equipo y estoy seguro de que lo resolverán; de lo contrario, no habrá ninguna pelea”, amenazó Saunders.

El peleador británico dijo que durante todo su campamento estuvo entrenando en un cuadrilátero de 24 pies porque eso es lo normal para un combate de unificación de títulos mundiales. “Cada pelea por el título mundial, todas estas peleas de unificación, siempre son en cuadriláteros de gran tamaño. Nómbrame una, nómbrame dos peleas en las que veas una unificación en un ring de 18 pies”, insistió.

Saunders faltó al cara a cara y Canelo piensa en ceder

Molesto con la situación, Billy Joe Saunders dejó plantado a Canelo Álvarez y a Eddie Hearn, promotor de MatchRoom Boxing, en el cara a cara para la prensa que ambos debían tener en el AT&T Stadium de Arlington. A través de su cuenta de Instagram el británico compartió una historia en la que se puede ver que decidió quedarse en su hotel en lugar de acudir al compromiso.

El mexicano, por su parte, intentó no alimentar más el conflicto y se encargó de dejar en claro que no tiene ningún problema con las dimensiones del cuadrilátero, por lo que está dispuesto a ceder al capricho de Saunders, aceptar que se pelee en un ring de 22 o 24 pies y no dar excusas al británico.