Los campeones mundiales hacen lo que quieren, desde jugar al golf, conducir autos deportivos de alta gama al doble de la velocidad permitida o grabar un disco de hip hop sin temor de que las ventas no sean las suficientes como para cubrir los gastos, pasando por tener lagartos o tigres como mascotas.

El último en utilizar su status de privilegio para darse un gusto personal que de otra manera hubiese sido imposible es Oleksandr Usyk, excampeón mundial indiscutble de peso crucero y actual campeón mundial de peso pesado de la AMB, la OMB y la FIB tras destronar a Anthony Joshua en septiembre.

Aunque usted no lo crea, como parte del campamento de entrenamiento en el que se prepara para la que muy probablemente sea una revancha ante el británico, el ucraniano se estuvo entrenando con un equipo de la segunda división del fútbol de su país, con el que anunció además que estará disputando un partido amistoso este jueves.

Se trata delFC Polissya deZhytomyr, que fue fundado en 1959 y cuenta con un pequeño estadio con capacidad para poco más de 5 mil espectadores. Actualmente se encuentra en la novena posición de un certamen que está en receso desde noviembre y que se reanudará recién en marzo.

Usyk se sintió cerca en algún momento de pelear por el campeonato mundial indiscutible de los pesos pesados ante Tyson Fury, campeón del CMB que finalmente defenderá su cionturón ante Dillian Whyte y a quien su equipo de promoción acusa de haberle escapado al cara a cara.