Isaac Cruz llegó con un concepto muy claro al Staples Center de Los Angeles. Esfuerzo y voluntad no se negocian, ni siquiera cuando enfrente hay un peleador con mayores condiciones técnicas como Gervonta Davis, invicto y dueño del título mundial Regular de peso ligero de la AMB.

Por batallar como batalló, sintió que mereció haber tenido mejor suerte en las tarjetas de los jueces, que de manera unánime lo vieron perder ante Tank. Lo sintió porque le plantó una guerra sin respiro, aunque realmente fue Davis quien conectó los mejores golpes y, ya cuando se había lesionado su mano izquierda, mostró mejores aptitudes técnicas y defensivas.

Tal vez cuando vuelva a ver la pelea Isaac Cruz comprenderá que lo que en realidad sucedió fue que le faltó boxeo para aprovechar que Gervonta Davis peleó solo con una mano los últimos cuatro asaltos. Pero con la cabeza y el corazón caliente, el mexicano siente que ganó. ¿Y quién puede juzgarlo cuando nunca nadie antes le opuso tanta resistencia al mimado de Floyd Mayweather?

“El público sabe quién ganó. Hice ver mal a un gran campeón como Gervonta Davis. Los Angeles está viendo nacer una nueva estrella en la división de peso ligero. Merezco tener una revancha”, dijo El Pitbull en sus primeras declaraciones a las cámaras de ShowTime, todavía sobre el cuadrilátero.

Tank, en cambio, no se mostró tan entusiasmado al ser consultado sobre si estaba dispuesto a ofrecerle un desquite al mexicano. ¿Y quién puede juzgarlo si lo que realmente está buscando es demostrar que es el mejor 135 libras del mundo? Para ello, necesita más que una victoria sobre Cruz.