Rolando Romero deberá defender su título mundial antes de pensar en un posible enfrentamiento con Manny Pacquiao. La Asociación Mundial de Boxeo confirmó que el campeón welter tendrá que medirse con el retador número uno, Shakhram Giyasov, en una pelea obligatoria que deberá concretarse antes del 13 de noviembre, un paso decisivo en la ruta del estadounidense.
El escenario planteado en la carrera de Romero
De hecho, el panorama cambió para Romero tras su consagración del pasado 2 de mayo en Times Square, cuando venció por decisión unánime a Ryan García y fue reconocido como campeón absoluto, luego de que Jaron Ennis ascendiera al peso superwelter y dejara vacantes los títulos de la FIB y la AMB. Desde entonces, el boxeador de 29 años se posicionó como una de las nuevas figuras de la división, aunque ahora tendrá que reafirmar su dominio ante un rival que llega con sed de revancha.
Giyasov, invicto con 17 triunfos y 10 nocauts, ya había quedado a las puertas de un campeonato cuando Ennis unificó los cinturones en su combate ante Eimantas Stanionis. Esta vez, el uzbeko no quiere dejar pasar la oportunidad y buscará destronar a Romero para consolidarse como campeón mundial welter.
En un principio, todo apuntaba a que Rolly sería el elegido para enfrentar a Manny Pacquiao, quien planea su regreso al ring el 24 de enero, aunque aún sin oponente confirmado. Sin embargo, la orden de la AMB complica ese escenario, pues Romero deberá cumplir con su defensa obligatoria antes de pensar en un duelo mediático frente al ídolo filipino.
Mientras tanto, el propio Giyasov parece decidido a no dejar escapar el sueño nuevamente y Romero deberá demostrar que está a la altura del cinturón que porta. Más aún considerando que Pacquiao ni siquiera figura en los rankings del organismo presidido por Gilberto Mendoza, lo que hace que, al menos por ahora, el esperado enfrentamiento quede fuera de los planes inmediatos.
