El año pasado, Red Bull y Mercedes protagonizaron un caliente duelo a lo largo de todo el año, con batallas dentro de la pista, polémicas y declaraciones de ambos bandos. Durante la actual temporada, Red Bull lidera con cierta comodidad y tiene a Ferrari como su rival más inmediato. Sin embargo, el cambio reglamentario que la Fórmula 1 para contrarrestar el porpoising, parece haber reavidado la tensión.

Mercedes fue uno de los equipos que más insistió con sus problemas con el porpoising, llegando incluso a poner en riesgo la presencia de Lewis Hamilton en el GP de Canadá debido a sus dolores en la espalda producto de los golpes. Aunque muchos pilotos también se expresaron al respecto, diciendo que las actuales condiciones comprometían su salud a largo plazo, Christian Horner cree que todo forma parte del juego.

Consultado sobre cuál cree que fue el mensaje de Toto Wolff a sus pilotos, Horner respondió: “Que se quejen tanto como puedan por radio y que hagan el problema tan grande como sea posible” . En Red Bull han minimizado el asunto, pero si la FIA actúa, podría beneficiar a Mercedes y Ferrari, quienes tienen mayores inconvenientes. “Es parte del juego. Por supuesto que lo es” , insistió el jefe de la escudería anglo-austríaca.

Horner está seguro de que las escuderían han buscado maximizar el asunto para poder mejorar sus configuraciones, pero advierte que siempre hay alternativas: “Mira, es incómodo, pero hay remedios para eso. Lo que ocurre es que es perjudicial para el rendimiento del coche. ¿Qué es lo más fácil de hacer? Quejarse desde el punto de vista de la seguridad, pero cada equipo tiene una opción” , analizó. Si se elevan los coches respecto al suelo, el rebote puede amortiguarse, pero se le quitaría carga aerodinámica y rendimiento al monoplaza.

Molesto con la determinación de la FIA

En la misma línea que Max Verstappen, Horner cree que la intervención de la FIA atenta contra las escuderías que se anticiparon al problema: “Si fuera un problema de seguridad genuino en toda la parrilla, entonces es algo que debería analizarse, pero si sólo afecta a personas o equipos aislados, entonces es algo con lo que cada equipo debería lidiar. Hay ciertos coches que tienen algunos problemas y otros con muy pocos problemas. Parecería injusto penalizar a los que han hecho un trabajo decente frente a los que quizás han fallado un poco”, protestó el jefe de Red Bull.