En el mítico Madison Square Garden de Nueva York, Vasyl Lomachenko regresó y demostró que no está muerto luego de darle una paliza a Richard Commey. El dos veces campeón olímpico demostró que sigue teniendo una técnica esquisita y que tiene todo para ser campeón indiscutido en las 135 libras. El maestro está de vuelta.

A la Gran Mazana el excampeón del mundo venía de perder ante Teófimo López y con una dura lesión en su hombro, mientras que el ghanés Jackson Marinez por KO6. Por otro lado, en la noche de hoy se vio a un ucraniano mantiene su boxeo intacto ante un rival que fue a buscarlo a pesar de que sabía, y así fue, que iba a fallar mucho. 

El inicio de la pelea Richard Commey ya exponía que iba a ir a presionarlo desde el primer asalto ante un Vasyl Lomachenko que salía del asedio con mucho juego de cinturas, paso al costado y contragolpe. Sin embargo, en el segundo round, Loma entendió el combate, empezó a combinar en las zonas blandas, golpear al rostro y salir del punto con mucho movimiento. A su vez, en esa vuelta el nacido en Ucrania logró conectar con claridad y hacer retroceder a su adversario con poderosos golpes. 

Con el correr de cada round, el ucraniano no mostraba cansancio, sino que aumentaba su intensidad ante un rival que no aflojaba con su movimientos de pierna y cada vez lanzaba todo tipo de combinaciones para dejar mal parado a su rival. A su vez, en el séptimo asalto se el peleador de Europa del este le landó un verdadero misil para mandarlo a lona a un africano que se levantó muy mal y que luego recibió un fuerte castigo a pesar de haber sobrevivido a la caída.

Tras ese asalto, Loma bajó llamativamente la itensidad, pero mantuvo su dominio parar llevarse cada vuelta. Luego de doce asaltos los jueces vieron ganar por decisión unánima a Vasyl Lomachenko. Por otro lado, las tarjetas de Bolavip fueron 120-107 para el ucraniano.