Montana Love se hace llamar Demasiado Lindo y peina su barba con meticulosidad. Siempre viste elegante, con trajes que dan que hablar a los fanáticos como el que lució esta noche en el MGM Grand Garden Arena de Las Vegas, con los colores mexicanos y sombrero de mariachi. Montana Love sale a pelear con su pequeño perro en brazos, que recibe tantos cuidados como él. Pero es mucho más que todo eso.

En el combate coestelar de la cartelera que estelarizan Devin Haney, campeón mundial de peso ligero del CMB, y Joseph Díaz; demostró ante el mexicano Carlos Díaz por qué es la nueva sensación del boxeo mundial y un peleador llamado a realizar grandes ventas de taquilla y pago por evento.

En el primer asalto se dedicó a boxear, enseñándole a su oponente todo su repertorio, caminando por todo el cuadrilátero, haciendo fintas. En el segundo, solo necesitó que Díaz le dijera que no sentía sus golpes para lanzarle con todo su arsenal. Porque el amor también duele.

Con dos uppercuts casi idénticos, mandó a la lona al mexicano en dos ocasiones consecutivas. Tozudo y sintiéndose herido en su orgullo por ese foraneo que se había paseado con música y soombrero de mariachi, luciendo los colores de su bandera, Díaz quiso continuar. Pero Montana Love lo mandó por tercera vez a la lona con una combinación de golpes en la sien.

Al no correr la regla de finalización automática de la pelea por tres caídas en el mismo asalto, el mexicano llegó hasta el tercero pero con la advertencia del árbitro de que el castigo excesivo lo haría frenarlo. No pudo hacer nada para evitarlo y, aunque protestó, la victoria fue para el estadounidense, que amplia así su récord profesional a 17 victorias y un empate; y que pide pelear por un título mundial en la división de peso súper ligero.