Este sábado 30 de octubre, en el Auditorio Municipal de Tijuana, tendrá lugar la mayor cita de la historia en cuanto al boxeo femenil de México se refiere, pues estarán enfrentándose las dos más grandes pioneras que tiene la disciplina en el país: Jackie Nava y Mariana La Barby Juárez.

Para entender mejor la trascendencia del combate es bueno adentrarse en la carrera de ambas deportistas y le ha llegado el turno a Mariana Juárez, quien a sus 41 años lleva realizados ya 69 combates como profesional, con saldo de 55 victorias, 10 derrotas y 4 empates. Pero más importante, habiéndose coronado campeona mundial en dos divisiones de peso diferentes, mosca y gallo, y habiendo realizado en esta última un total de ¡9 defensas exitosas!

Actualmente llega a la pelea ante Jackie Nava despojada de ese cinturón del CMB del que supo ser dueña desde 2017 hasta 2020, porque el 31 de octubre de ese año lo perdió a manos de Yulihan Luna, que se impuso por decisión unánime. Tendrá este sábado la oportunidad de volver a coronarse, pues estará en juego el título mundial Diamante de peso Súper Gallo del CMB.

Barby Juárez tuvo su debut como profesional el 22 de mayo de 1998, cuando a lo largo de todo el continente americano los fanáticos y también los especialistas todavía le daban la espalda a la disciplina practicada por mujeres. Lo hizo con victoria por nocaut técnico en el segundo asalto sobre Virginia Esparza.

Supo recuperarse de varios reveses, porque en sus siguientes siete peleas acumuló dos derrotas, tres victorias y dos empates; resultados que de ninguna manera podían hacer pensar en la campeona mundial que estaba a punto de nacer. Pasó una década y dio un gran golpe sobre la mesa cuando venció a la británica Suzannah Warner para quedarse con el título internacional de peso mosca del CMB. Luego sería campeona mundial interina por dos años, hasta que en marzo de 2011 venció a la italiana Simona Galassi para coronarse como campeona mundial titular del organismo.

Su coronación en la división de peso súper gallo tuvo lugar en abril de 2017, cuando derrotó a la zambiana Catherine Phiri en decisión unánime y se quedó con el cinturón del CMB. Para ese entonces, la masividad de las redes sociales le permitió acompañar los éxitos deportivos con una gran exposición mediática, mostrándose siempre coqueta y levantando la bandera de que las boxeadoras también pueden querer verse bonitas.

Se convirtió entonces en la mayor diva del boxeo mexicano, marcando presencia en eventos ligados al mundo del espectáculo y participando también de diferentes producciones de fotos, para revistas y también publicitarias, de sets de grabación y codeándose además con nombres legendarios del boxeo como Julio César Chávez y Roberto Mano de Piedra Durán.