No es ninguna novedad que Lewis Hamilton atraviesa un momento difícil en este inicio de temporada de Formula 1. Luego de tres jornadas disputadas está 5º en la tabla de pilotos y en ningún momento ha dado la sensación de poder competir de igual a igual ante los conductores de Ferrari y Red Bull Racing. Y por si fuera poco, hasta su propio compañero de equipo lo supera: George Russell, en su año de rookie con Mercedes-AMG Petronas, tiene 9 unidades más que él.

El siete veces campeón del mundo está disconforme con su monoplaza y ha reclamado ante los medios de comunicación que los ingenieros de la escudería presenten mejoras significativas de inmediato. Sin embargo, Toto Wolff ha dejado en claro que para Imola esto no sucederá y le arrojaron un baldazo de agua congelada a Lewis. Esto no es lo único que incomoda al británico en la actualidad...

Lewis Hamilton se animó a revelar ante la prensa internacional que no está a gusto con las reuniones de pilotos que se están llevando a cabo. Sin ir más lejos, dio los detalles de la plática que se sostuvo en la previa del Gran Premio de Australia: "Fue la sesión informativa para pilotos más larga que he tenido en mi vida. Y eso que llevo aquí mucho tiempo compitiendo, pero nunca había estado en una sesión informativa tan larga".

"Además, no todos llevaban puesta una mascarilla. Algunos de los pilotos sí la llevaban, pero la mayoría de los chicos de la FIA no la llevaban y la verdad es que eso me hizo sentir incómodo", apuntó con contundencia el experimentado piloto británico. Se lo nota disconforme, tanto en la pista como en el paddock, por lo que era cuestión de tiempo para que comience a demostrarlo en los micrófonos.

Más adelante, para completar su queja, señaló: "Y no entiendo por qué discutimos todas estas pequeñas cosas como lo de la ropa interior. ¿Crees que realmente necesitamos hablar de esto? Pero bueno, incluso después de todas estas conversaciones no siento que la forma de controlarnos se haya vuelto más estricta".