El futbol mexicano deberá aprender más temprano que tarde una lección. Los proyectos deportivos no puden armarse en función de una seguidilla de resultados. Y si así se lo decide, debe existir luego el más ferviente compromiso dirigencial por dar respaldo a aquello que se planeó.
Actualmente, tanto a Chivas de Guadalajara como a Las Águilas del América les está tocando penar en el Apertura 2022 de la Liga MX. Ambos, además, tienen en común el hecho de haber confirmado como entrenadores a dos que habían asumido como interinos, en una crisis anterior y muy similar a la actual.
El Rebaño ha cosechado solo 3 puntos, producto de tres empates y una derrota. Los de Coapa tienen apenas un punto más, derivados de una victoria, un empate y dos derrotas. A Ricardo Cadena y Fernando Ortiz les está tocando ver como demasiado pronto en el torneo se está hablando de los candidatos a reemplazarlos. Y esas cuestiones nunca surgen de la nada.
Tal y como expresó en un tuit reciente David Faitelson, a ambos se les está cobrando una deuda con la que al parecer asumieron como entrenadores ratificados en sus respectivos equipos: El hecho de haber llegado al cargo luego de un interinato, sin que se trazara un plan o un proyecto previo a sus designaciones.
“Lo más complicado para Fernando Ortiz y para Ricardo Cadena es y será el desprenderse de ‘los grilletes’del ‘interinato’. Cada vez que entren en una mala racha, relucirán los miedos sobre si la del América y la de Chivas fue o no una decisión definitiva”, escribió el periodista con mucho atino. Mientras tanto, siguen desfilando los candidatos a dejarlos sin trabajo.