El Lavolpismo, ideado por Ricardo La Volpe, no solo fue un estilo de juego que trascendió en México, sino que tuvo un impacto global de distintas maneras y con otros actores como protagonistas. El mismo influenció a muchísimos entrenadores.

El equipo que consagró al Bigotón fue Atlante, con el cual fue campeón en 1993. Allí tuvo bajo sus órdenes a varios futbolistas que apropiaron sus conceptos y luego fueron estrategas. Quizás el representante más exitoso es Miguel Herrera.

El Piojo se convirtió en uno de los mejores entrenadores de la historia de América y se destacó en la Selección mexicana. Para conseguir esos resultados utilizó varios conceptos que le enseñó su mentor.

 

Características del Lavolpismo

El Lavolpismo tiene toma varios puntos del Menottismo (el estilo de juego ideado por el entrenador campeón del mundo César Luis Menotti) con el control del balón como objetivo principal y los pases cortos y al ras del suelo para lograr posesiones más largas.

A su vez, también pide la completa dedicación de todos los futbolistas a la idea (desde el arquero y los zagueros hasta los atacantes).

Cuando la pelota es propiedad del equipo contrario, la línea que sigue este estilo es el de la presión alta y constante en todo el campo para dejarle pocas opciones al poseedor de la misma. Los defensores deben adelantarse e ir achicando progresivamente hasta ese punto.

Su formación predilecta es la de 5-3-2, con tres centrales para asegurarse la superioridad numérica en la salida desde el fondo, dos laterales volantes que tengan un amplio recorrido por toda la banda, tres mediocentros que tengan buena técnica y dos delanteros que se muevan por todo el centro de ataque.