El futbol mexicano no se ha salvado de las denuncias por violencia doméstica o acoso sexual, y es que el caso más reciente fue el del americanista, Renato Ibarra, quien fue acusado de haber violentado a su ex pareja mientras se encontraba embarazada, pero al final quedó el caso inconcluso y fue liberado de los cargos.

A este caso, se le une el del juvenil de los Pumas de la UNAM, Marco García, quien fue señalado de acoso sexual, y que, a diferencia de Ibarra, no ha dejado de jugar al futbol, pues cuando se dio a conocer dicha denuncia, el jugador fue enviado a Pumas Tabasco, y su reaparición con el primer equipo fue discreta y desapercibida por los medios.

 

Y es que, en marzo de 2020, García fue acusado por la profesora del club auriazul por tomarle fotos íntimas sin su consentimiento. De hecho, el caso llegó hasta una denuncia penal, pero en vez de eso fue enviado a la Liga de Expansión para apaciguar la situación entre la profesora de bachillerato y el futbolista.

Los hechos ocurrieron en septiembre de 2017 cuando su profesora, identificada como Valentina “N” descubrió al jugador tomándole fotografías debajo de la falda, además las imágenes fueron compartidas entre integrantes de la cantera de los Pumas. Ante este hecho, la docente decidió acercarse a las autoridades universitarias para denunciar el acontecimiento.

En ese momento Marco García tenía 17 años de edad, por lo que su condición de menor de edad fue elemento clave para las investigaciones que realizó la institución deportiva, las cuales fueron sepultadas, y según el columnista de Récord, Ignacio Suárez, las evidencias del suceso fueron borradas pues el futbolista iba empezando su carrera.

Esto sucedió hasta que, mediante un comunicado oficial, los auriazules aceptaron las acusaciones contra el deportista y afirmaron que ya había un acuerdo con la víctima y el jugador donde señalaron una suspensión del futbolista sin goce de sueldo, situación que la involucrada negó rotundamente que esas declaraciones eran totalmente falsas, por lo que renunció a su trabajo ya que fue forzada a hacerlo a la par que el jugador ascendió al primer equipo.

Ahora en este Apertura 2021, García está de vuelta en las canchas de la Primera División, y el conjunto universitario no ha aclarado su situación respecto a la ya mencionada denuncia, pues el equipo ha guardado silencio ante esta situación que provocó que la maestra renunciara a la institución educativa por sentirse burlada y sin ser tomada enserio por lo sucedido.

Cabe recordar que de acuerdo a la Encuesta Nacional de Seguridad Pública Urbana del Inegi, 3 de cada 10 mexicanas confesaron que han sido víctimas tanto de acoso o violencia sexual, por lo que cada día es un tema que va ascendiendo entre las mujeres en nuestro país y que las autoridades deportivas no deberían ser parte de estas estadísticas.