Hay historias que siempre se repiten en el futbol mexicano. De hecho, son el pan de cada día de la Liga MX. Torneo tras torneo se dan a conocer fichajes de futbolistas que no fueron solicitados por los entrenadores. Son jugadores impuestos por los clubes, principalmente por tener promotores como intermediarios.
Una de las instituciones que parece no quedarse atrás en la materia es Cruz Azul. El equipo de La Noria da de qué hablar con dos de sus refuerzos. Se trata de jugadores que el club fichó por su propia cuenta, es decir, sin considerar la opinión del director técnico, Raúl Gutiérrez.
Así lo ha hecho saber David Medrano en su columna del 7 de febrero publicada en Récord. El periodista refiere que el Potro prácticamente no fue tomado en cuenta por su directiva para reforzarse. Gutiérrez pidió un centro delantero para suplir la partida de Iván Morales, pero la petición fue ignorada.
“Raúl ‘Potro’ Gutiérrez se enteró que el Cruz Azul había contratado a Ramiro Carrera y a Augusto Lotti, situación de la cual no fue consultado el entrenador, ya que se trató de recomendación de gente de Fuerzas Básicas al propio presidente, con el argumento de que se trataba de muy buenos jugadores a un precio muy económico y por ello fueron contratados los dos argentinos”, publicó Medrano.
El director técnico solicitó un atacante, sin embargo le trajeron a Ramiro Carrera y Augusto Lotti, jugadores que ni siquiera estaban en su radar, pero que el club consideró que el bajo costo era ideal para integrarlos al plantel. Con base en lo escrito por Medrano, Cruz Azul es percibido como el enemigo del propio Cruz Azul, incluido su entrenador.