Luego de la paliza sufrida ante Pumas UNAM, el Deportivo Toluca se recompuso tanto anímica como futbolísticamente y derrotó por 3-1 a Santos Laguna en la segunda fecha del Torneo Clausura 2022 de Liga MX. Fue el regreso del hijo pródigo al Infierno: Leonardo Fernández volvió a jugar un partido oficial con la playera escarlata en el Estadio Nemesio Diez y fue figura. Esto no es ninguna casualidad...

La mejor versión de la joya uruguaya había sido en los Diablos Rojos, allá por el Clausura 2020. Luego de demostrar ser uno de los mejores futbolistas del país, regresó al club dueño de su pase (Tigres UANL) y no vivió una buena etapa. Ricardo Ferretti y Miguel Herrera nunca le dieron el protagonismo y la confianza que se merecía, por lo que no pudo rendir y terminó saliendo de la institución. Los Choriceros aprovecharon la oportunidad y lo dejaron volver a casa, en una decisión más que acertada.

 

Si bien contra el Club Universidad Nacional no pudo evitar que su equipo sea humillado y goleado por 5-0 (ingresando desde el banco), esta ocasión fue distinta. Ignacio Ambriz le dio la titularidad y respondió con una gran actuación para ganarse la ovación de toda la afición roja. Leo Fernández anotó el 2-1 para remontarle a los Guerreros y se encargó de darle futbol a su equipo, misión que supo cumplir.

Los números de Leo Fernández en Toluca

Los números de Leo Fernández en Toluca siguen en crecimiento, y dejan en evidencia que Tigres UANL no supo aprovecharlo. Hasta el momento, el joven uruguayo disputó 16 partidos con la playera de los Diablos Rojos: marcó 9 goles y repartió 3 asistencias. Ha producido un tanto cada 88 minutos, por lo que tiene una gran eficacia. Si él juega, su equipo va a festejar.

Si lo comparamos con las estadísticas que registró con los Regiomontanos, en Monterrey no estarán muy contentos. Jugó 38 partidos: anotó 2 goles y dio 8 asistencias. En total disputó 1571 minutos, por lo que se hizo presente en el marcador cada 157`. Si bien es un número algo bajo, hay que resaltar que fue suplente en la mitad de los cotejos y no tuvo la continuidad necesaria.