Nada de lo que sucedió en el Apertura 2022 de la Liga MX ha salido como esperaba la directiva de Pumas al renovar el vínculo con Andrés Lillini como entrenador y reforzar su plantilla con futbolistas que generaron mucha ilusión a su llegada, como Eduardo Salvio, Dani Alves y Gustavo del Prete.

Las chances de que los Universitarios no lleguen siquiera a conseguir un lugar en el Repechaje de la Liguilla son altas, pese a que todavía le quedan dos juegos por disputar, ambos en condición de visitante ante Puebla y Juárez, puesto que se ubica a cuatro puntos de Necaxa, que actualmente ocupa la decimosegunda posición.

Con ese panorama, la directiva ya estaría evaluando posibles candidatos para reemplazar a Andrés Lillini en 2023. Hasta aquí, todo suena lógico. Sin embargo, sorprendió el nombre que el periodista Álvaro Morales deslizó en su reporte para ESPN. Según este, un grupo de representantes de Daniel Passarella ofreció sus servicios a la UNAM.

En julio de este año, en la prensa argentina se replicó que el exentrenador de Rayados de Monterrey sufría una enfermedad degenerativa que lo afectaba tanto a nivel físico como cognitivo. Poco después, este se mostró molesto con esas informaciones, aseguró encontrarse bien de salud y avisó que tenía pensado asistir a Qatar para presentar el Mundial en el que Argentina y México compartirán grupo. Hace nada más que unos días, por otra parte, se lo vio bien en un agasajo que le realizó el Inter de Milán, club en el que jugó entre 1986 y 1988.

Pero si la salud no fuese un impedimento para que Daniel Passarella tome el timón de los Pumas de la UNAM, sí resulta curioso que el club pueda querer apostar a un entrenador que no ha dirigido desde 2007, a Rivel Plate. Después de eso, incluso fue presidente del club argentino que vivió durante su gestión el momento más triste de su historia, pues descendió a Segunda División en 2011.