El próximo sábado 10 de julio, en la T-Mobile Arena de Las Vegas, Conor McGregor y Dustin Poirier se verán las caras por tercera vez, tras haberse repartido una victoria por lado. El irlandés salió vencedor en 2014 y recientemente, el pasado 24 de enero, fue el estadounidense quien logró tomarse revancha.

Para comenzar a hacer la previa de un combate que tiene en vilo a los fanáticos de UFC, nos encargaremos en esta ocasión de repasar lo que dejaron las acciones de aquel primer combate que tuvo lugar el 27 de septiembre de 2014 en Las Vegas y que se llevó el título de Performance de la Noche.

Si bien McGregor tenía dos derrotas en su haber que arrastraba desde el inicio de su carrera en artes marciales mixtas, se encontraba invicto en UFC. Pero Dustin Poirier, que acumulaba tres victorias consecutivas, aparecía como un rival que podía plantearle serias complicaciones en aquella noche de UFC 178.

La actuación del irlandés, sin embargo, fue excepcional. Salió a pelear pleno de confianza y la incrementó al conectar una patada con giro en los primeros segundos. Después probó la pegada de Poirier y supo que no le haría daño, lo que lo convenció de ir en busca de una definición rápida que la abriera las puertas de más grandes carteleras.

A falta de poco más de 3 minutos para el final de ese primer round, dañó por primera vez a Poirier con una poderosa mano izquierda al rostro. Olió sangre y apretó. Volvió a conectarlo y logró el derribo, para avalanzarse sobre su rival sin cesar los golpes a la cabeza, hasta que el árbitro paró la pelea dándole la victoria.