Si durante la velada de UFC 266 que se llevó a cabo este sábado en la T-Mobile Arena de Las Vegas algún distraído todavía se hubiese preguntado por qué a Valentina Schevchenko la llaman la Reina de UFC, ella misma se encargó de explicarlo con su producción sin fisuras sobre el octágono.

No eran pocos los que opinaban que Lauren Murphy, experimentada peleadora estadounidense que sumaba cinco victorias consecutivas en sus últimas presentaciones, podía poner en peligro el reinado de la oriunda de Kirguistán en las 122 libras. Pero riesgo, a decir verdad, solo hubo para ella.

 

Los primeros tres asaltos del combate co-estelar de la noche transcurrieron sin demasiada acción de la que gustan ver los fanáticos, pero en el cuarto Schevchenko pisaría el acelerador para ir a fondo y liquidar el pleito, sorprendiendo y desestabilizando a Murphy con un gran gancho de derecha.

Tras el golpe que le abrió el camino, la campeona conectó con una patada al rostro y una seguidilla de golpes de puño que a su rival solo le dieron opción de retroceder hasta que logró llevarla a la lona para finalizarla con golpes y codazos que solo se detuvieron cuando el árbitro tomó la decisión de poner fin a la pelea.

Para Schevchenko fue la sexta defensa exitosa de su título de peso pluma en UFC y la oactava victoria consecutiva desde su regreso. La última derrota que había sufrido fue peleando por el título de peso gallo, ante Amanda Nunes y en fallo dividido, el 9 de septiembre de 2017.