En tiempos en los que la UFC se está preparando para enfrentar a los mejores del mundo y organizar los combates más explosivos, lo cierto es que no hay muchos enfrentamientos que sean capaces de paralizar al mundo del deporte. Nadie duda de las habilidades de los luchadores, no nos vamos a poner a discutir sin sentido, pero el negocio se debe cuidar y el espectáculo también, algo que no se está viendo demasiado.

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Vamos a ir categoría por categoría para entender esto. Del peso mosca al pesado los campeones son: Alexandre Pantoja, Merab Dvalishvili, Alexander Volkanovski o Diego Lopes, Islam Makhachev, Belal Muhammad, Dricus du Plessis, Magomed Ankalaev y Jon Jones. Por nombres son muy pocos los que verdaderamente pueden ser capaces de vender miles de PPV y eso preocupa.
El presente que preocupa en UFC
Cuando un aficionado paga una entrada o se dispone a ver una velada de UFC a través de una pantalla quiere acción, intensidad, ritmo frenético. Todos pueden plantarse en el centro del octágono, pero los que lo prefieren al 100% son muy pocos como Jones, Volk, Lopes y du Plessis. El gusto del resto es la lucha, el dominar las peleas y no desesperarse por la finalización, algo que en ocasiones termina aburriendo.
Por más de que sean estrellas mundiales no hay que temer en decir que el espectáculo que dan los campeones no es el esperado. Si vemos a Merab, se anunció que volverá a enfrentar a Sean O’Malley a principios de junio. Dvalishvili es una bestia y venció a Umar Nurmagomedov de pie, sin lastimarlo por demás, pero con mucha contundencia. A Sugar lo dominó en La Esfera como quiso al ras de la lona y no parece haber muchos indicios de que la historia vaya a cambiar. Aún así, la compañía va y le pone a un striker nuevamente para que se faje de pie.

Merab Dvalishvili y Sean O’Malley volverán a estar frente a frente. (GETTY IMAGES)
Sin espectadores no hay negocio y por eso muchos se ven encandilados con Ilia Topuria. Todos hablan de la gran lucha que tiene el hispano-georgiano, pero en sus dos peleas más importantes fue y noqueó a dos leyendas como Volk y Max Holloway. Por eso hay tanto deseo de ver al excampeón del peso pluma enfrentando a Makhachev.
Al público le gustan los Dustin Poirier, los Justin Gaetjhe, que por más que estén en un tramo final de sus carreras y que por momentos sean más corazón que técnica, son mucho más vistosos que los Pantoja, Muhammad y Ankalaev. Que el juego de lucha que propongan sea efectivo está perfecto, pero el combo es completo y si lo que sucede dentro del octágono sigue virando hacia los combates en la lona que carecen de acción, no hay que asombrarse si los espectadores eligen otras opciones para entretenerse.

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“¿Qué puedo hacer?”, se puede preguntar la UFC, pero la realidad es que es un tema que viene creciendo hace tiempo y tienen que resolver. De alguna manera, incitando más al striking, al intercambio. Es muy difícil porque todas las victorias valen igual y si algo es efectivo para los luchadores no lo van a querer cambiar, pero si hay algo que hizo conocida a la compañía a nivel mundial es su brutalidad, entonces no hay que olvidarse de las bases y lo que trajo el éxito que hoy en día se disfruta. Mucho trabajo por delante.





