Amarillo, azul, rojo, verde. Va cambiando no sólo en cada torneo, también durante la misma competición: en los Juegos Olímpicos de Tokio 2020 se la vio cambiar de color de cabello en los Heats clasificatorios y en las finales, en las que se llevó una medalla de plata en los 100 metros, un cuarto lugar en los 200 y el oro en la posta 4x100. 

Shelly Ann Fraser Pryce es una -sino la mejor- de las mejores velocistas de todos los tiempos y disfruta de sorprender con sus looks tanto como por sus performances. Todas espectaculares. Con su metro 52 no deja de mejorar año tras año y se prepara para el próximo Mundial.

Apodada, entre otros, como Mommy Rocket (mamá cohete) a sus 35 años está más vigente que nunca. Además de haber sumado 11 medallas de oro en Mundiales de atletismo (la última este año en Oregon) además de 8 podios olímpicos, con dos oros en los 100 metros (que en Tokio fueron para su compatriota Elaine Thompson-Herah), este año logró el mejor tiempo del 2022: 10.62, en agosto. Pero además, instauró el récord de siete carreras marcando por debajo de 10.70 en 12 meses. 

Sus números del 2022 más todo su historial la catapultaron a la comparación con la esstadounidense Florence Griffith-Joyner, dueña aún de los récords de 100 y 200 metros. No es la primera vez que finaliza como la mejor del año, lo logró en 2008, 2012, 2013, 2015 y 2019. Repite ya con 35 años.

 

Shelly Ann y sus cabellos

Sorprende más cuando deja ver su largo y cuidado cabello negro porque usualmente sale a la pista con colores estridentes. Alguna vez la señalaron por eso, por "ocultar sus raíces jamaiquinas" aunque ella aseguró que sólo lo hace porque le gusta. "El cabello teñido es parte de mi imagen actual", dice. 

 

De hecho, en Río 2016 lució la cabellera con los colores de su bandera. "Paso mucho tiempo pensando en mi peinado, lo que quiero usar y lo que representan mis colores". Pero no es sólo una cuestión de estética.

"Es simplemente quién soy y celebrar las diferentes cosas que hago para sentirme segura y pasar un buen rato. Definitivamente creo que, como atletas, pasamos mucho tiempo, gran parte de nuestro tiempo entrenando duro y concentradas. Entonces, ahora, cuando sea el momento de ir a una pista, quiero ser feliz. Quiero ser alegre, quiero divertirme y todavía quiero mostrarles a las chicas jóvenes que está bien ser diferente y tener tu personalidad y aun así divertirme”, sentenció para el sitio de los Juegos Olímpicos.

Una peluca traviesa

En un año de grandes resultados, se viralizó una imagen en la que debió ajustarse una peluca que no estaba del todo bien sujeta durante los 200 metros. "Realmente no estaba entrando en pánico, gracias a Dios. Empecé y luego mi cabello se me cayó en la cara y pensé, es una de dos cosas. O lo muevo, o termino en otro carril, y eso sería una descalificación. Y yo no quería tener eso”, explicó Fraser-Pryce entre risas.

“Cuando volví, mi entrenador me dijo: 'sabes que eso no sucederá mañana, ¿verdad?' Yo estaba como, 'Claro'. Y, luego, tuve un cambio de peluca para hacerla más corta y diferente. Pero sí, ya sabes, esas cosas pasan en términos de correr, pero debes estar preparada. También muestra que no puedes ser frívolo cuando se trata de tu competencia. Solo tienes que concentrarte y asegurarte de que tu cabello esté recogido hacia atrás, fuera de tu cara y que no te cause daño”, aseguró. 

Negocio fashion

La pasión por su cabellera se transformó además en un nuevo proyecto fuera de las pistas de atletismo. Shelly Beauty es una empresa de productos para el cabello en su ciudad de origen, Kingston, Jamaica.

Productos naturales para mantener no las pelucas con las que corre Shelly Ann pero si su cabello real debajo de ellas, que cuando está lejos de la competencia suele lucir con orgullo