A sus 34 años, Robert Lewandowski puede mirar atrás en su carrera y sentirse orgulloso por lo conseguido en el fútbol. El actual artillero de Barcelona continúa en la elite, pero tiene en su espalda más de 650 goles y 28 títulos que lo posicionan entre los goleadores más letales de la historia.
Pero no fue ni el mejor de Polonia en sus inicios como futbolista profesional. Es que Dawid Janczyk supo correr delante de él en Legia Varsovia y obligar al cuerpo técnico a enviar al delantero culé a préstamo por el ascenso polaco. En la 2005-06, Janczyk llevo incluso al club de la capital al título, anotando en 9 oportunidades.
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En el Mundial Sub 20 de 2007 la rompió a pesar de la eliminación de Polonia en octavos. Marcó 3 goles en los 4 partidos que afrontó, incluyendo el del partido de despedida ante Argentina, cayendo por 3-1 con un doblete del Kun Agüero y otro grito del Ángel Di María.
Todo iba sobre ruedas en la carrera del atacante. La vidriera de la cita mundialista hizo que CSKA de Moscú apostara por él fichándolo por 4,2 millones de euros. En el club ruso ganó dos títulos en sus primeras dos campañas, pero a partir de allí comenzó la debacle. “Si hubiera aceptado otras ofertas, como la de España, quizás ahora no estaría así“, admitió luego.
EL CAMBIO ROTUNDO EN LA CARRERA DE JANCZYK
El clima ruso y las horas de sol fueron llevándolo hacia la depresión. Janczyk comenzó a perder protagonismo dentro del campo de juego y, al mismo tiempo, fue refugiándose en el alcohol. A pesar de haber tenido un largo contrato, CSKA optó por enviarlo a préstamo en reiteradas ocasiones por ese motivo.
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“No me di cuenta que no hay que emborracharse o perder el conocimiento para ser alcohólico. Y si has estado todo el día esperando para llegar a casa o al bar a beber, es la señal de que ya has cruzado la delgada línea roja“, explicó el polaco en declaraciones compartidas por Mundo Deportivo.
Pasó por clubes de Bélgica y de Ucrania, además de haberse puesto más de un centenar de camisetas polacas. Sin embargo, la mayoría de ellas fueron en el final de su carrera y en el ámbito amateur. Es que si situación fue agravándose y las consecuencias se corrieron de lo profesional.
PERDIÓ EL RUMBO Y SE ALEJÓ DE SU FAMILIA
Tras su última etapa como profesional, estuvo al borde del coma alcohólico y debió ser reanimado por los médicos durante una noche. A partir de allí, Janczyk parecía ir camino a la recuperación, pero volvió a protagonizar duros episodios por los que su esposa lo dejó y ya no le permitió ver a sus hijas.
En el intento por volver a centrarlo en la vida, su suegro lo incluyó en trabajos de la construcción, lo cual no avergonzó al exfutbolista: “Si tengo que hacerlo, lo haré. No tengo otra salida. Toqué fondo, pero saldré de esta. Saldré con la ayuda de Dios“.