Lo consiguió todo, absolutamente todo, durante sus 15 temporadas en la NBA, pero en la colección de noches mágicas que le regaló a los aficionados, el juego del 28 de marzo de 1990 entre los Chicago Bulls y los Cleveland Cavaliers es uno de los más importantes.

Era uno de los principales rivales de Michael Jordan y los Bulls, estaba destinado para que fuera un partido espectacular y no se quedó atrás. La gesta de Jordan marcó a la afición de la NBA porque anotó 69 puntos, máxima cantidad de anotaciones en su carrera durante un partido, en la victoria de los Bulls por 117-113 sobre los Cavaliers.

“Debe ser la mejor actuación de mi carrera (…) No pensé en el cansancio porque quería ganar el partido. He estado en esta situación en la que he anotado muchos puntos y hemos perdido, y no quería que eso sucediera”, así de simple, sencillo y claro, habló Jordan sobre este juego histórico.

 

Este sábado se cumplen 30 años de aquella lluvia de anotaciones de una de las leyendas de la NBA. Fueron 69 puntos en 50 minutos, los cuales se repartieron en 23 de 37 tiros de campo, dos de seis triples y 21 de 23 tiros libres. Además, Jordan obtuvo 18 rebotes, seis asistencias y cuatro robos. ¡Perfección!

“Seguí presionándome, seguí hablando conmigo mismo, diciendo: 'No pares, no pares. Sigue adelante'. Te sientes mejor con el esfuerzo cuando ganas”, concluyó Michael Jordan.