Con la miniserieThe Last Dance, se confirmó que Michael Jordan sigue siendo relevante. Pasaron los año pero sus enseñanzas y logros en el deporte siguen más vigentes que nunca. Para muchos ejemplo dentro y fuera de la cancha, criticados por otros, pero los números están sobre la mesa y es algo que no entra en discusión.

Según Rotten Tomatoes esta miniserie se ubica con una calificación de 97 % con una puntuación de 8.68/10. Metacritic lo tiene con 91 de 100. Es el documental más visto en su estreno en la historia de ESPN y en Netflix es el segundo más visto en su semana de estreno en la historia de la plataforma Netflix México, desde su estreno, lo ha tenido entre los 10 más vistos.

La situación que vivimos actualmente con la pandemia del Coronavirus le trajo algo muy positivo a esta miniserie, aunque claro está, sin quererlo, pero seguramente, el documental se vio beneficiado por la cuarentena debido al Covid-19, que ha contenido a las personas en sus hogares, dejando tiempo para ver la serie y porque no, ver una y otra vez algún capítulo para amarrar bien alguno de los tantos temas que expone la serie.

Sin embargo, el atractivo sigue siendo la figura de Michael Jordan quien durante las imágenes de su miniserie expuso sus opiniones o sus recuerdos desde la comodidad de una silla y acompañado de un generoso vaso de whisky y un cigarro.  Quien además, no pudo esconder sus sentimientos al recordar a su padre cuando se abordó el tema de su asesinato y cómo hubo muchas historias queriendo ligar la muerte del señor James Jordan y el hábito de apostar de su hijo, Michael Jordan. 

El impacto de The Last Dance se seguirá midiendo con ratings, críticas y discusiones a través de distintos medios, como todo, habrá a muhos que les gustará el personaje de Jordan y otros que no. Pero lo que ha dejado The Last Dance no podrá ser borrado. Imágenes y anécdotas que ni siquiera los seguidores de la NBA conocían y que ahora perdurarán en la historia.