La sangre de personas que se han recuperado del COVID-19 puede ser una rica fuente de anticuerpos, proteínas que fabrica el sistema inmune para atacar al virus. La parte de la sangre que contiene los anticuerpos, llamada plasma convaleciente, se ha usado durante décadas para tratar enfermedades infecciosas, entre ellas el ébola y la gripe. Ahora, representa una nueva esperanza para frenar la pandemia que tiene al mundo en emergencia.
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El método que ya comenzó a utilizarse en Nueva York, una de las ciudades con más casos de contagio en el planeta, en Argentina está siendo evaluado por un grupo de 52 investigadores y médicos con intenciones de comenzar a aplicarlo cuanto antes. “Se daría en el caso de pacientes que no respondieran a las terapias aprobadas de emergencia por el Ministerio de Salud de la República Argentina” , le dijo a TNla doctoraLaura Bover, ivestigadora argentina delM.D. Anderson Cancer Center de Houston.
Fue en Estados Unidos, trabajo de los investigadores del hospital Mount Sinai, que se desarrolló por primera vez un análisisque puededetectar los anticuerposen los pacientes en recuperación, parte fundamental de esta estrategia de tratamiento. Cabe aclarar que no se trata de una vacuna, algo en lo que se sigue trabajando alrededor del mundo pero sin pronósticos que indiquen que pueda estar lista antes de fin de año.
El paciente recuperado que puede donar su plasma para este estudio es aquel que se recuperó, que no tiene carga viral en sangre y ya no contagia. “Ya recibimos llamados de pacientes que quieren donar” , aclaró LauraBover,que trabajó 25 años en el Instituto Leloir y esdirectora del laboratorio de anticuerpos monoclonales.Esta semana, la autoridad regulatoria de alimentos y medicamentos de los Estados Unidosautorizó el uso de plasma de personas convalecientes para tratar el COVID-19.
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Los médicos y científicos argentinos que trabajan con este protocolo esperan que el mismo corra pronto la misma suerte en el país, en el que se espera que el pico de contagio tenga lugar entre finales de abril y mediados de mayo. Hasta el día de hoy, los datos oficiales indican que en Argentina tiene 1.133 casos positivos y 33 muertes, correspondiendo los índices más altos a la Ciudad y Provincia de Buenos Aires.