El legendario futbolista italiano dijo adiós a la Roma, equipo al que le dedicó toda su carrera, en el agónico triunfo 3-2 ante Genoa que los clasificó de manera directa a la fase de Grupos de la próxima Champions League. ¡Una despedida digna de un Emperador!

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Todo el Estadio Olímpico gritó su nombre ante la primera mención de la plantilla, que una vez más lo tuvo entre los suplentes, y de inmediato se hicieron sentir los silbidos al entrenador Spalletti, que privó al gran capitán de despedirse como titular.

Nada, sin embargo, podría haber evitado el estallido que se provocó cuando Francesco Totti pisó el césped de la que fue su casa durante 24 años de carrera, previo al inicio del encuentro ante Genoa en el que Roma se jugó, además, la clasificación directa a la fase de grupos de la Champions League.

Con el partido 1-1 y disputándose los primeros nueve minutos del complemento, la capital italiana volvió a arder en un sólo grito. La leyenda saltó al campo en reemplazo de Salah para despedirse como merecía: con 40 minutos de fútbol.

El empuje del capitán le dio a Roma un envión anímico que derivó en el gol de Daniele de Rossi, el otro mimado, para poner el partido 2-1. Pero Genoa igualaría nuevamente las acciones unos minutos más tarde, con un tanto de Lazovic.

El final soñado para Totti llegó de la mano del argentino Diego Perotti, quien también había ingresado desde el banco de suplentes y, faltando un minuto para que se cumpliera el tiempo reglamentario, anotó el gol agónico que le dio el triunfo a los locales y la clasificación directa a la fase de grupos de la próxima Champions League.

+El regalo de Perotti

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