Este sábado, desde las 17 horas de la República Argentina, el esférico comenzará a rodar en el marco de la final de vuelta de la Copa Libertadores de América entre River Plate y Boca Juniors. Y nadie piensa en otra cosa.
Y, a diferencia de lo que sucedió en el cotejo de ida en la Bombonera, el panorama climático es mucho más favorable. No hay pronóstico de lluvias y el sol asoma sobre el cielo del Estadio Monumental.
Mientras tanto, los trabajadores correspondientes ultiman detalles y ponen el campo de juego a punto para que se dispute un partido que paralizará no solamente a los argentinos, sino también al mundo entero.
El césped el estadio Antonio Vespucio Liberti, a diferencia de otras oportunidades, se encuentra en óptimas condiciones y los protagonistas se preparan para desplegar sobre él el futbol que los hinchas esperan.