El histórico exfutbolista mexicano se refirió al polémico traspaso que tuvo de Pumas al América, en 1969, y remarcó que guarda un grato recuerdo de ambas instituciones.

Pasaron 46 años y la transacción de Enrique Borja -de Pumas al América- no ha quedado en el olvido. Se inició en el equipo Felino, desde 1964 hasta 1969 y luego pasó al Azulcrema hasta 1977, el año de su retiro del fútbol.

Hasta el momento, muchos no tenían en claro cuál era la razón por la cual Cyrano se fue de Pumas. En una entrevista con Récord, lo dejó bien en claro: “Yo estaba muy contento en Pumas, fue mi nacimiento en el fútbol. Me dio la oportunidad y se los agradezco, y a la afición también que siempre me cobijó; en América fue una etapa muy hermosa por todo lo que logré, son dos formas distintas. El amor es para los dos.

A mucha gente no le gustó que yo me fuera porque quería que me quedara.

El exjugador de la Selección Mexicana también es consciente de que no fue bien visto dicho traspaso: “A mucha gente no le gustó que yo me fuera porque quería que me quedara. Pero también entendieron que yo no quería salirme, a mí me vendieron, al contrario, saben que le tenía cariño a las dos instituciones”.

Las dos camisetas las aproveché, fueron dos partes de mi vida.

Por otro lado, Borja remarcó que ambas instituciones quedarán por siempre en su corazón: “Las dos camisetas las aproveché, fueron dos partes de mi vida. Les agradezco a las dos aficiones que se identificaran mucho conmigo y que pude dejar huella en las dos camisetas. Con Pumas también tuve logros importantes, con ellos pude ser seleccionado para el Mundial de 1966, después en América me toca jugar otro Mundial. Es muy difícil separar el cariño, más bien trato de unirlas para hacer más grande el agradecimiento”.