LeBron James nunca ha querido nada fácil. Desde joven aprendió que todo lo que vale la pena se consigue con trabajo duro. Por eso, asumió el reto de devolverle la grandeza a la franquicia de los Lakers hace un año.

El Rey sabe que la responsabilidad de jugar en Los Ángeles no es para cualquiera, pero no se achicó ante la oportunidad. Ahora, sin embargo, tendrá el reto más importante que ha disputado en toda su carrera.

Y es que los Lakers como organización quedaron completamente devastados por la trágica pérdida de Kobe Bryant, dejando a James como el principal responsable de volverlos a sacar a flote.

Es por eso que, tras alrededor de 10 minutos de silencio, James se pronunció para inspirar a sus compañeros con una enorme frase: “Dios me dio hombros grandes por una razón”, ofreciendo calma al resto de su organización.

Ciertamente, losangelinos tienen mucho más por qué jugar esta temporada. James era amigo cercano de Kobe y juró continuar con su legado. Esta vez va mucho más allá del baloncesto, esta vez es por Kobe Bryant.

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