El anuncio del presidente Alberto Fernández de extender la cuarentena obligatoria hasta el 13 de abril en Argentina puso nervioso a más de uno y ya no tuvo ese apoyo casi unánime que había encontrado cuando la decretó por vez primera.

Es que las consecuencias de la pandemia del coronavirus van mucho más allá del riesgo o no de contraer la enfermedad y empieza a golpear con dureza tanto la macroeconomía como la economía familiar.

Por otra parte, no hay ninguna garantía para asegurar que ese 13 de abril que se dispuso como fecha señalada vaya a ser realmente el fin del aislamiento, porque dependerá, como dependió hasta ahora, de cómo avance -o retroceda- el virus en Argentina.

El propio ministro de Salud de la Nación Gines González García no pudo asegurar en diálogo con radio La Red que la cuarentena vaya a terminarse tras las Pascuas.

“Cuando salgamos de la cuarentena, que no sé si será el 13 de abril, lo haremos gradualmente”, explicó el ministro, quien en 1969 se graduó como cirujano en la Universidad de Córdoba.

Y poniendo en foco en esa vuelta de la población argentina a sus actividades normales, agregó:“Es necesaria una salida gradual de la cuarentena. No se puede salir de un día para el otro pero tampoco paralizar la sociedad en términos absolutos”.

Los últimos registros oficiales indican que en Argentina hay un total de 966 infectados y 24 muertes a causa del coronavirus.