A lo largo de su vida Kobe Bryant se ganó una reputación de tipo rudo, no solo por lo que hacía dentro de la cancha, sino por esa fuerza y determinación mental que lo hacía destacar entre el resto de las estrellas.

Desde no parpadear ante un golpe inminente hasta tomar las cosas en sus propias manos cuando era necesario, la Mamba Mentality fue aquello que hizo a Kobe un competidor insaciable y un trabajador ejemplar.

Sin embargo, incluso Bryant se derrumbó en algún momento de su carrera, de acuerdo con el entrenador Tom Bialaszewski, que trabajó con Los Angeles Lakers entre 2012 y 2016.

Bialaszewski conversó con Adrian Wojnarowski de ESPN para su podcast y comentó que solo vio a Bryant vulnerable una vez en su vida: cuando se desgarró el tendón de Aquiles en el partido 80 de la temporada 2012-13:

“Recuerdo que mi corazón se detuvo. Obviamente es algo terrible, estábamos en nuestro mejor momento de la temporada. Lo vi en la sala de entrenamiento después del juego simplemente tirado con sus chicas y su esposa, sin saber si quiera si ese sería el final de su carrera. Fue la primera vez en mi vida que lo vi vulnerable”, comentó Bialaszewski.

Bryant igualmente se puso de pie y embocó un par de tiros libres, a pesar de tener casi la certeza de que podrían ser los últimos dos puntos de su carrera. Porque así era el Black Mamba.

Afortunadamente, Bryant regresó al tabloncillo y pudo decirle adiós al juego en sus propios términos, retirándose tres años después como el mayor ídolo en la historia de los Lakers.