A unas pocas semanas de culminar el 2019, River sacudió el mercado de pases del fútbol femenino y oficializó la incorporación de la estadounidense Jordan O’Brien.

Lógicamente, al contar con pasado en ligas como la de Italia, España yNoruega,a la futbolista le costó un poco la adaptación a su nuevo hogar: Argentina.

En diálogo conUrban Pitch, Jordan rememoró uno de sus primeros viajes por Buenos Aires y exteriorizó una anécdota que bien podría resumir en su totalidad el fanatismo con el que se vive el fútbol en dicho país.

Anticipando que todo ocurrió en un simple y mero viaje en Uber, O’Brien comenzó: “Los primeros días que estaba ahí (en Buenos Aires) decidí que era una buena decisión tomar un Uber porque no conocía el sistema de transporte públicoy no sabía si era seguro. Entonces tomé uno para ir a un área turística porque había unas cafeterías a las que quería ir.En el viaje hablé abiertamente sobre que jugaba en River, lo cualfue una mala idea”.

La oriunda de Estados Unidos, prosiguiendo, confesó que la situación cambió de forma abrupta cuando ella reveló que era futbolista profesional de River. “El conductor me preguntó si estaba estudiando y le dije que no, que jugaba al fútbol. Me preguntó dónde y le dije que en River. Entonces,empezó a tocar el espejo retrovisor y tenía colgantes de Boca. Me dijo: ‘Salí de mi auto’”, relató.

“Yo me quedé pensando:‘¿Me está pasando esto?’ Le dije ‘Está bien, no entiendo la rivalidad, llegué recién esta semana, por favor dejeme en paz’.Finalmente me echó del auto, eso me pasó dos veces”, continuó la deportista mientras rememoraba con humor la atípica historia.

Confesando que aprendió la lección, la delantera de La Banda cerró: “A partir de ese momento soy una estudiante. No juego más al fútbol, no juego en River. Soy una estudiante y fui a Argentina a estudiar español”.