El delantero argentino del Inter corrió a abrazar a su compañero, que había sufrido el fallecimiento de su padre esta semana.
En la soberbia actuación del Inter goleando a Atalanta por 7-1, Icardi se lució con un triplete. Pero no fue lo único en lo que sobresalió, sino en la demostración de humanismo y compañerismo con su compañero, Andreolli, que estaba en la banca de suplentes.
Tras la primera de sus anotaciones, el argentino corrió a la banca a abrazar a su compañero, que esta semana había perdido a su padre. Posterior al partido, el Killer declaró: “Fue una manera de estar cerca de él después del fallecimiento de su padre. Que sepa que estamos con él”. Muy conmovedor.