A los 34 años, el delantero argentino pudo debutar como campeón tras las frustraciones vividas con Cruz Azul, Tigres y el mismísimo Querétaro.
Tardó algunos segundos en darse cuenta que llevaba colgada una medalla que terminaba con su maldición y, cunado las cámaras de la trasmisión ya estaban por dejarlo atrás, soltó en un grito todas las emociones contenidas.
Es que Emanuel Villa tuvo que trabajar mucho para ganar esa tranquilidad de saber que su carrera no se terminará sin títulos. Sólo él sabe si en algún momento de la definición ante Chivas habrán pasado por su cabeza como relámpagos las finales perdidas con Cruz Azul, Tigres y con los mismos Gallos Blancos que hoy festejan, cuando en 2015 Santos Laguna les arrebató el título de Liga MX.
“No es fácil decirlo en pocas palabras, porque son muchos años. Me ha tocado vivir muchas cosas lindas a nivel personal, pero nunca lo había podido coronar de manera colectiva”, expresó, ya con su medalla colgada, un emocionado Tito Villa.
¿Y dónde encontró fuerzas el goleador para no bajar los brazos en la búsqueda de ese título que corone toda una carrera? En la familia, porque como bien dijo “no hay mejor motivación que la que llega desde casa”. ¡Felicidades, campeón!