The Last Dance, el documental sobre la última temporada de Michael Jordan con los Chicago Bulls ha conseguido un éxito sin precedentes tras solo dos capítulos. Sin embargo, a pesar de que se condensaron algunas de las historias inéditas en torno a la vida del 23, hubo algunas que no lograron entrar en la versión final.
Esto lo confirmó el director Jason Hehir en una entrevista con “The Dan Le Batard Show”, en la que afirmó que se omitió una historia acerca de sus años en la secundaria, un secreto a voces que confirmaba que su entrenador de secundaria modificó sus estadísticas para poder conseguir invitaciones a campamentos de élite:
“En su ascenso entre su segundo y tercer año, su entrenador tuvo que mentir acerca de sus estadísticas para llevarlo a campamentos de baloncesto de cinco estrellas. Tuvo que hacerlo porque no estaba en el mapa en lo absoluto. Nadie iba a ir a ver niños de secundaria a Wilmington, North Carolina. Estuvo ahí por una semana, que fue lo que sus padres pudieron pagar, y le fue tan bien que se ganó el MVP del campamento”, empezó el director.
Estaban Patrick Ewing, Len Bias y otros muchachos, pero Michael – Mike, en ese momento – los asombró a todos. Le rogaron que se quedara una semana más porque más entrenadores universitarios querían verlo, y los padres no podían pagarlo. El campamento se ofreció pagar si Michael trabajaba como mesero o en la cocina para los demás chicos y Michael ganó el MVP de la segunda semana mientras les servía a los otros chicos su almuerzo. Luego iba a la cancha y los masacraba“ , concluyó Hehir.
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Al final, Jordan aprovechó al máximo la oportunidad que consiguió de forma fraudulenta para conseguir una beca con la Universidad de North Carolina, convirtiéndose en el Tar Heel más laureado de la historia y además, el mejor jugador de baloncesto de todos los tiempos. ¡Gracias a Dios por las mentiras!