El expresidente de FIFA falleció a los 100 años en el hospital Samaritano de Río de Janeiro, donde estaba internado desde julio por una neumonía. En su mandato comenzó un entramado de corrupción inmenso que sigue saliendo a la luz.

En medio de los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro, su ciudad natal, se despidió este exatleta que supo competir en los Berlin 1936 (natación) y Helsinki 1952 (waterpolo). Miembro también del Comité Olímpico Internacional desde 1963 y presidente de FIFA entre 1974 y 1998. Ah, también se dedicó al comercio de armas.

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Quizá algunos lo recuerden como el hombre que potenció el negocio del fútbol. Nosotros preferimos detenernos en la corrupción que generó.

El organismo de ética de FIFA corroboró que recibió sobornos de ISL, una licenciataria que comercializaba los derechos de televisación de mundiales y otras competencias. El mecanismo era simple: coimas a cambio de privilegios a la hora de los derechos de transmisión y publicidades.

Un juicio comprobó que ISL pagó más de 140 millones en coimas a importantes dirigentes

ISL fue fundada por Horst Dassler, hijo de quien fuera a su vez fundador de Adidas, empresa a la que su amigo Havelange le había dado la llave de entrada para vestir a casi todas las selecciones nacionales del mundo. Dassler luego ayudó a Blatter a llegar al poder, quien profundizó los mecanismos.

ISL implosionó en 2001 y desde entonces siguen impactando las esquirlas. Un juicio en 2008 comprobó que la misma pagó 140 millones de dólares en coimas a “importantes dirigentes” de FIFA, la UEFA y la CAF (Africa) en fútbol, pero también del COI (Comité Olímpico Internacional), la FIAA (Atletismo), la FIBA (básquetbol), la FINA (natación) y la FIT y la ATP (tenis).

Entre Havelange y Teixeira se estima que recibieron 14 millones de dólares por parte de ISL

Se trataba de dineros desviados desde bancos suizos a firmas ficticias como Sicuretta, Sanud, Renford y Nunca, según los señaló el juez Thomas Hildbrand.

FIFA había logrado entonces negociar la no publicación de los nombres de los destinatarios de esos dineros no declarados, pero no duró mucho aquello para Havelange. Su nombre, junto al de Ricardo Teixeira (expresidente de la CBF) y Nicolás Leoz (expresidente de CONMEBOL), fueron los primeros en salir a la luz.

En 2013 los tres fueron echados de FIFA, ya era insostenible. Entre Havelange y Teixeira se estima que recibieron 14 millones de dólares por parte de ISL. El periodista clave en esta investigación, Andrew Jennings, cita giros de 2 millones en 1995, cuando FIFA rechazó una oferta de IMG y mantuvo a ISL como dueña de los derechos de TV y marketing de los Mundiales.

En sus publicaciones, Jennings menciona que regaló a cuenta de FIFA relojes y joyas, botellas de champagne de 600 euros y con permiso para gastar hasta 30.000 francos suizos de la tarjeta corporativa, despertando más de un enojo en el departamento de finanzas.

A pesar de haber entregado a Havelange, el mecanismo de corrupción ya había sido institucionalizado. La intromisión del FBI en la investigación profundizó en nombres, y fueron cayendo uno por uno.

Pero la mugre no se puede colocar debajo de la alfombra, ni debajo de la tierra.

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