Carlos Lampe, desde que llegó a Boca, demostró haberse convertido en un gran fanático del club.

Durante su estadía en Argentina, nació su hija Martina, más allá de que todo indicaba que iba a pasar en Chile, como cuenta él.

El club, para asegurarse que la procedencia del arquero sea bien Xeneize, le envió un regalo muy especial.

Una mamadera gigante con el escudo del equipo, lleno de otros regalos dentro. Y sí, es más grande que su propio cuerpito.