El ídolo Millonario contó que desde que dejó el fútbol su amor por los colores creció un montón y contó que va siempre a la cancha.

Para muchos, uno de los tres ídolos máximos de la historia de River. Ariel Ortega es una leyenda millonaria. Un emblema con todas las letras.

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“Gracias Dios por hacerme hincha de River”. Esa frase se puede leer en su brazo, letras que resumen su amor por los colores. Siempre me gustaron los tatuajes y hacía mucho que tenía ganas de hacerme éste. Porque me trae a la memoria un momento hermoso. Pero no tenía tiempo o me daba fiaca. Hasta que me decidí”.

La gente lo ama. Todos lo aman.Que alguien te diga firmame el pie a la mañana y a la noche aparezca con el autógrafo tatuado para mostrártelo sólo te lo provoca la pasión que tiene el hincha de River”, declaró en el diario Olé.

Y por último, para que se emocionen todos, tiró: “Siempre voy a la cancha y te digo algo: desde que dejé de jugar, me fanaticé más con River. Y fue por mi hijo. Como Tomás está enfermito con River, vivimos ese sentimiento juntos. Al Monumental voy con él, y compartir eso es algo hermoso…”.

Ídolo, de los que ya no quedan…