El defensor del Espanyol convirtió un gol en su propia puerta contra el Eibar y su equipo igualó 3-3. La quiso despejar, pifió y anotó en contra.
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No fue su mejor tarde. Diego Reyes tuvo un irregular rendimiento en la derrota de su equipo, Espanyol, ante Eibar, por una nueva fecha de la Liga.
El defensor mexicano convirtió en su propia puerta, cuando quiso despejar un centro desde la derecha, le erró al cálculo y remato hacia atrás. Su arquero nada pudo hacer y colocó el 0-2.
El equipo donde milita el mexicano se fue al descanso 0-3, aunque reaccionó y terminó igualando el encuentro. Hernán Pérez, Piatti y Leo Baptistao anotaron los goles del empate final.
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